Idealizamos momentos cuando sabemos que nunca pasarán.
Nos ilusionamos con todo sabiendo que no es para ilusionarse.
Y después sufrimos porque desde un principio sabíamos que íbamos a acabar sufriendo, porque las ilusiones se rompen enseguida y los momentos que hacemos tan preciosos acaban siendo un fraude.
Sin más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario