Lia recuerda el momento en que lo conoció y piensa en todo detalle, a todo le empieza a buscar "su propia lógica", intenta reafirmarse en sus hipótesis y sigue pensando en ello, aunque con más de una ilusión en mente.
Vuelve a la ilusión, pero siempre le quedará el miedo de que todas las ilusiones se rompan. Pero para Lia en el libro de las ilusiones no hay un número definido de páginas. Ha aprendido que se puede pasar de página y empezar de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario